Muchas personas que tienen o han tenido un bonsái hablan de lo difícil que es mantenerlo en buen estado o vivo, pero realmente no es tan difícil. Si somos realmente conscientes de que están ubicados en pequeñas macetas, sabremos que por este motivo tendrán menos reservas de agua y por consiguiente de nutrientes. Esto significa que tendremos que estar continuamente pendientes de ellos y colocarlos en el lugar adecuado en cada momento.
Esto junto a unas pequeñas directrices que hay que seguir hará que nuestros bonsáis prosperen y tengan una salud y un aspecto envidiable. La palabra bonsái viene de bon (cuenco) y sai (planta), por lo que bonsái es todo lo referente al cultivo de árboles en miniatura. Si te apasionan te interesará este artículo porque te voy a exponer los cuidados básicos que necesitan.
¿Cómo cuidar de un bonsái?
Para cuidar un bonsái de una manera adecuada y que el árbol en miniatura crezca de una forma sana hay que seguir una serie de consejos. El primero de ellos es ubicarlo en un sitio adecuado. Como norma general, los árboles de exterior deben situarse a pleno sol durante la mitad del día y tienen que estar protegidos del viento. En el caso de los de interior hay que ubicarlos en lugares con buena luz y con una temperatura constante. Dependiendo de la especie necesitarán más o menos sol.
El riego es otro de los factores más importantes. La especie, el tamaño, la bandeja o la estación del año, así como la composición de la tierra marcarán la frecuencia con la que debemos regar nuestro bonsái, pero no fallaremos si lo regamos cuando la tierra se encuentre ligeramente seca. Es importante que sea así y no hacerlo de forma rutinaria, no siempre necesitarán agua con la misma frecuencia. Es bueno regarlo a mediodía, desde arriba y en abundancia, hasta que el agua rebose por los agujeros de drenaje.
Es importante abonarlo frecuentemente mientras esté en época de crecimiento. Los bonsáis, al disponer de poca tierra, requieren de un abonado constante para renovar los nutrientes de la tierra. La elección del abono adecuado es muy importante. Durante la primavera el abono adecuado debe llevar una proporción de nitrógeno relativamente alta mientras que en verano es necesario un abono más equilibrado. En otoño el adecuado será un abono que prepare el árbol para el duro invierno.
Hay que trasplantarlo con regularidad
Es necesario trasplantar el bonsái con regularidad. Esta acción impedirá que el árbol llene la tierra de raíces y muera. La frecuencia con la que hay que trasplantar dependerá del tipo de bonsái y del tamaño de la bandeja y maceta. Las especies que crecen más rápido necesitarán el trasplante cada dos años, en cambio si el árbol es más viejo, el trasplante hay que hacerlo entre los 3 y 5 años. Sólo será necesario si las raíces salen de la tierra, si aún no son visible podemos esperar hasta que salgan.
¿Qué plagas o enfermedades pueden ser peligrosas para el bonsái?
Cuando un bonsái está bien cuidado y por consiguiente sano, es muy difícil que se vea afectado por una plaga o enfermedad. Estas suelen aparecer cuando es fácil de atacar. De todas formas hay que estar atento ante ciertos síntomas que nos pueden avisar de que algo no va bien. Cuando las hojas se vuelven amarillentas y se caen es síntoma claro de falta de agua, pero si se vuelven amarillas y mueren, el motivo es el exceso de agua.
Cuando las plagas son visibles, hay que fotografiar los insectos y buscar en internet fotografías para identificar la especie. Una vez identificada hay que comprar un insecticida y aplicarlo para poner fin a la plaga. Cuando existen virus u hongos se decolorarán las hojas y morirán repentinamente las ramas. Hay que aplicar un fungicida, quitar las partes afectadas y alejar el bonsái de otra plantas o árboles para impedir el contagio.
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